Todos los días conoces a muchas personas. Algunas de ellas te causan una impresión duradera, aunque el contacto haya sido breve. Por alguna extraña razón, tus pensamientos vuelven una y otra vez a ellas. No puedes quitártelas de la cabeza.

Puede que experimentes un dilema similar con personas que ya conoces. Por ejemplo, tu ex. Os habéis separado pero sigues pensando en ellos.

O alguien que está interesado en ti pero con quien no quieres mantener el contacto por tus propios motivos. Puede que tus pensamientos ronden a alguien a quien más o menos quieres pero que consideras inadecuado para tener una relación.

Las razones son múltiples. Este artículo trata de entender por qué tus pensamientos se quedan en alguien y no puedes dejar de pensar en él. Aquí también encontrarás posibles maneras de detener esto.

¿Qué significa pensar en alguien todo el tiempo?

Sólo puede significar una de las dos cosas: que los amas o que los odias. Lo siento, no hay término medio al respecto.

En ambos casos, es lógico que estés obsesionado con ellos.

Si estás enamorado de esa persona, es natural que se apodere de tus pensamientos y se niegue a dejarte en paz. Te interesa y tu cuerpo reacciona de forma previsible. Es posible que sigas pensando en ella, aunque te deje claro que no le interesas.

O no te gusta esa persona. Puede que tengas constantes desacuerdos, discusiones y peleas con esa persona. Puede que sea tu jefe o un compañero de trabajo. O puede que sea un familiar con el que te resulta difícil llevarte bien. Te sientes molesto y frustrado con él y tu mente no deja de volver a esa persona y a la interacción con ella.

Si no se controla, puede convertirse en pensamientos obsesivos, lo que no es saludable y puede llevarte a padecer trastornos mentales graves.

10 razones por las que sigues pensando en alguien

Cuando alguien se queda atascado en tu mente, significa que te has rendido a la rumiación. Llámalo como quieras -contemplación, cavilación o pensamiento obsesivo-, es lo mismo. En resumidas cuentas, tus pensamientos vuelven una y otra vez a esa persona.

Cuando te encuentras en esta situación, la pregunta que te inquieta es "¿Por qué?". He aquí algunas razones probables por las que tu mente se comporta como un hámster en una rueda.

1. Es la naturaleza humana.

Conectar con la gente está en nuestro ADN. Lo quieras o no, te guste o no, conectas automáticamente con las personas con las que te cruzas en la vida. Establecer relaciones con la gente está programado en tu cerebro. Piensas en una persona para evaluar su idoneidad para seguir adelante con la conexión. O puede que te obsesiones con ella cuando la relación fracasa.

2. No puedes decidir si los quieres o los odias.

Tu ex es el mejor ejemplo. Le quisiste en algún momento del pasado y puede que aún le quieras. Pero algo agrió vuestra relación y se vino abajo. Le odias por ello. Cuando estás indeciso sobre tus sentimientos hacia una persona, tu mente no deja de volver a ella para encontrar una respuesta clara.

3. Esta persona te rechazó.

Te enamoraste perdidamente de esa persona, aunque los sentimientos no eran recíprocos. Sigues adelante con la esperanza de que tu amor pueda vencer la resistencia. Pero cuando te dicen rotundamente que la relación es un "no va más", no puedes superarlo. Sigues pensando en esa persona.

4. Tienes asuntos pendientes con esta persona.

Independientemente del tipo de relación que mantengas con esta persona, te resulta difícil sentarte y mantener una conversación abierta sobre la diferencia de opiniones y la falta de armonía en la relación. El culpable puede ser cualquiera de los dos. Cuando la incertidumbre y la confusión enturbian la relación, es natural que intentes encontrar una solución dándole vueltas a menudo.

5. Estás evaluando sus perspectivas.

Cuando conoces a alguien nuevo, intentas reunir más información sobre él y procesarla en tu mente para decidir si merece la pena seguir adelante con la relación. Cuando tu mente se detiene en alguien que acabas de conocer, significa que ha superado la primera fase y que estás valorando si es lo suficientemente bueno como para pasar a la siguiente fase de la relación.

6. Estás recordando tu pasado.

Tus pensamientos se refieren más a ti mismo que a la otra persona. Amabas a la persona que eras cuando estabas con esta persona en particular. Por lo tanto, en tus recuerdos de tu yo anterior, naturalmente, también aparece esta persona.

7. Tienes ganas de compañía.

Cuando te sientes solo y no tienes nada en particular en qué ocupar tu mente, cuando te cruzas con alguien, sueles pensar mucho en él. Puede que esto no tenga ningún matiz o significado especial como en otros casos. De nuevo, se trata de la naturaleza humana normal. Cuando te sientes solo, tiendes a gravitar hacia la compañía humana.

8. Tienes buenos recuerdos de esta persona.

Puede que ya no estéis juntos, pero en el pasado querías a esa persona. Lo pasasteis muy bien juntos. En las relaciones que duran mucho tiempo, es normal que tengas pensamientos nostálgicos sobre esa persona incluso después de una amarga ruptura. Puede que esto no signifique nada o tal vez sea un indicio de que la echas de menos.

9. Te trataron mal.

Cuando se sufre un trauma, es típico que la mente reflexione sobre los acontecimientos para encontrar una solución. En caso de que la persona sea de tu pasado, puede que estés intentando encontrar formas alternativas de afrontar la situación. Sea como sea, no se trata de una práctica saludable. Este ejercicio improductivo debe controlarse lo antes posible.

10. Soñaste con ellos.

Y te ha dado por pensar por qué ha aparecido esa persona en tus sueños. Puede tratarse de un conocido ocasional o de alguien de tu pasado. Sigues pensando en ellos para intentar averiguar el significado de su aparición en tus sueños.

Para saber más sobre este tema, consulta nuestro artículo Datos psicológicos sobre los sueños con alguien querido.

¿Cómo dejar de pensar en alguien que te gusta?

Puede que te gusten, pero no quieres que formen parte de tu vida. Así que, cuando te encuentres pensando constantemente en alguien así, querrás que deje de hacerlo cuanto antes, ya que te está causando molestias y angustia.

No te resistas a los pensamientos

Cuanto más luches contra ellos, más se vengarán. Los asuntos mentales suelen ser difíciles de comprender. Acepta y reconoce los pensamientos aunque te incomoden y te molesten. Déjalo estar. Normalmente, desaparecen por sí solos al cabo de un tiempo.

Distráigase

Cuando te obsesionas con un pensamiento concreto, la forma ideal de salir de él es pensar en otra cosa más convincente y absorbente. La distracción es una táctica que funciona casi siempre, incluso cuando eres consciente de lo que estás haciendo.

Practicar la atención plena

Vive el momento y no el pasado o el futuro. Entrena tu mente para estar presente en el momento. Puede que esto no sea fácil de conseguir. Como implica cambiar la mentalidad, necesitará práctica paciente y un amplio margen de tiempo. Pero una vez que aprendas a controlar tu mente, todo irá sobre ruedas.

Aprender a perdonar y olvidar

Si la persona en cuestión está relacionada con algún acontecimiento traumático de tu pasado o ha cometido una injusticia contigo, como abusos o malos tratos, es posible que esperes una disculpa por su parte para cerrar el capítulo. Hasta entonces, te atormentarán sus pensamientos. Sin embargo, esperar una disculpa puede no ser una idea factible, ya que hay muchas posibilidades de que nunca llegue a producirse. Es mejor que llegues a un acuerdo para perdonarlay olvidarse del acontecimiento y de la persona.

Tomar la ruta lógica

Cíñete a los hechos e intenta no involucrar las emociones. Puede que tu perspectiva del suceso estuviera sesgada por tus emociones. Las observaciones exageradas pueden asumir el control de tu mente y destruir tu paz y felicidad. Siempre que descubras que tu mente divaga por el mundo imaginario, tráela de vuelta al mundo real centrándote en las verdades verificables.

Conclusión

Cuando te encuentras pensando en alguien, es natural que te sientas confuso sobre qué hacer con ello. Si deberías tomar alguna medida, como tenderle la mano. Depende de la relación que tengas con esa persona y de la situación en su conjunto. Por otra parte, tú eres la persona más indicada para decidir el siguiente curso de acción.

Si eres incapaz de decidir qué hacer pero no puedes quitarte a alguien de la cabeza, te encuentras en una situación inevitable. Si ves que los pensamientos se vuelven obsesivos, no dudes en buscar la ayuda de un profesional.

También puedes echar un vistazo a nuestra guía sobre cómo dejar de rumiar el pasado y empezar a avanzar hacia un presente más feliz.

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