¿Cuántas veces te has sentido frustrado contigo mismo por tu incapacidad para controlar tus pensamientos?

La mayoría de nosotros nos enfrentamos a esta situación con bastante frecuencia en nuestras vidas.

Sabes que tus pensamientos no son los correctos y están perturbando tu paz mental. Y si permites que continúen así pueden afectar también a tu salud física.

Sólo quieres encontrar la manera de dejar de pensar en algo, pero cuanto más lo intentas más presentes y cerca están.

¿No odias esa sensación de impotencia? ¿Puedes dejar de pensar en alguien o en algo?

La buena noticia es que existen ejercicios mentales para lograrlo. En este artículo se enumeran ejercicios que puede utilizar para recuperar el control sobre sus pensamientos y, con ello, su bienestar general.

¿Por qué rumias los acontecimientos negativos?

Cuando te encuentras con una situación difícil o indeseable, se desencadenan en ti pensamientos negativos. Es natural que te quedes pensando en el problema para encontrar una solución. Si tienes una mentalidad positiva, no tardarás mucho en hacerlo y seguir adelante.

Si tienes una mentalidad negativa, esto se convertirá en un proceso interminable. No estarás satisfecho con ninguna de las soluciones disponibles. Estarás más centrado en cosas innecesarias y en cómo pueden salir mal que en encontrar soluciones y corregirlas.

Si tiene TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) La naturaleza básica de los pensamientos es obsesiva. A menudo, son pensamientos no deseados y angustiosos.

A veces, los pensamientos negativos se desencadenan por problemas de salud, falta de sueño, cansancio, estrés o incluso hambre.

Rumias pensamientos negativos para encontrar una solución. O cuando esperas que las cosas vayan mal y quieres evitar las consecuencias. Puede ser sólo por costumbre o debido a una enfermedad mental.

¿Puede detener los pensamientos y hacerlos desaparecer?

La respuesta es sencilla: sí, puedes. Hay muy pocas cosas sobre las que tengas un control total en tu vida. Una de ellas son tus pensamientos. Puede que no sea fácil, pero sin duda es factible.

Hay muchas formas de distraerse, olvidar algo que da miedo y alejar la mente de los pensamientos negativos. Una técnica conocida como detención del pensamiento es muy eficaz para algunas personas en algunos casos. Consiste en decirse a uno mismo "¡Para!" y aprender a detener el pensamiento bruscamente. Es como intentar apagar la mente.

Este método tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Puede hacer que el pensamiento negativo desaparezca en un instante y reducir los daños posteriores. Todos los demás métodos implican influir en la mente para cambiar los pensamientos. Y esto va a llevar algún tiempo.

Sin embargo, detener los pensamientos también tiene su lado negativo. Suprimir los pensamientos, sobre todo los negativos, no es un ejercicio fácil de dominar. Cuanto más lo intentas, más vuelven con más fuerza. Incluso si lo consigues, pueden permanecer latentes en tu mente y reaparecer más adelante, lo que significa que tendrás que volver a enfrentarte a ellos.

Aquí tienes algunos ejercicios para la mente que pueden ayudarte a deshacerte de esos pensamientos negativos.

6 Ejercicios mentales para detener los malos pensamientos

1. Distracción

La distracción, una de las estrategias más eficaces para alejar la mente de pensamientos indeseables, puede lograrse tanto mental como físicamente.

Distracciones físicas hacer ejercicio, bailar, tocar música o cualquier otro pasatiempo pueden ser útiles. Despejar el desorden, reorganizar los muebles o cocinar nuevos platos se consideran distracciones excelentes.

Distracciones mentales implica pensar en un asunto no relacionado pero convincente o hablar con un amigo. Resolver un rompecabezas, planear las próximas vacaciones, escuchar música o ver una película puede ayudar a tu mente a cambiar de rumbo. La idea es hacer algo no relacionado con los pensamientos de los que quieres deshacerte.

2. Reformular

A algunas personas les resulta difícil borrar los pensamientos, ya que necesitan algo que ocupe su mente. En este caso, la mejor solución sería reescribir los pensamientos negativos en positivos o neutros.

En lugar de dar vueltas en círculos con los mismos pensamientos, procésalos, llega a la raíz de los pensamientos e intenta encontrar una resolución. Hacerte preguntas puede ayudarte: "¿Qué significan para mí estos pensamientos?" "¿Qué quiero?" "¿Cómo puedo conseguirlo?".

Recuérdate a ti mismo que estás al mando y que tú y sólo tú puedes decidir lo que piensas. Puedes decidir que no te afecten. Recuerda que no son más que pensamientos y no hechos. Siempre puedes optar por ignorarlos y dejar de preocuparte.

3. Escríbelas y destrúyelas

Para algunas personas, escribir las cosas aporta más claridad y propósito. Cuando algo triste te preocupa, puedes sentarte con un papel y un bolígrafo y desahogarte. No te preocupes por la gramática ni la ortografía. Escríbelas tal y como aparecen los pensamientos en tu mente.

Este ejercicio es catártico. Ayuda a limpiar tu mente de los pensamientos negativos que la asolan. Una vez que hayas terminado de escribir todos y cada uno de esos pensamientos, miedos, ansiedades y repercusiones, puedes quemar el papel, romperlo o tirarlo por el retrete.

La destrucción de la palabra escrita se traduce en la destrucción de los pensamientos que desea eliminar.

4. Hable de ello

Se trata de un remedio milenario contra los pensamientos negativos. Cuando sientes que tu mente no puede más, desahogarte con alguien de confianza te ayuda. Sientes como si hubieras encontrado una vía de escape a la presión que te agobiaba y pesaba sobre tu mente.

Hablar con otra persona puede dar una perspectiva diferente al problema que te ha estado preocupando. Cuando miras el mismo problema desde otro ángulo, la solución puede ser obvia.

Después de todo, una preocupación compartida es una preocupación reducida a la mitad. Hablando con un amigo, puedes quitarte un peso de encima.

5. Practicar la atención plena

La atención plena es una técnica de meditación que requiere que te centres en el momento sin juzgar ni evaluar el significado de tus pensamientos. Tienes que sumergirte en tu entorno y, durante el proceso, olvidarte de todo lo demás.

Este ejercicio es difícil de dominar y requiere práctica. Sin embargo, una vez que adquieres pericia en el ejercicio de mindfulness, puede servirte para siempre. Puedes optar por vaciar la mente, cambiar de canal o simplemente ignorar los pensamientos negativos.

6. Busque ayuda profesional

Si los pensamientos negativos persisten incluso después de repetidos intentos y afectan a tu vida cotidiana, no dudes en buscar ayuda profesional. No todos los pensamientos negativos son inofensivos y pueden detenerse con autocuidado. Antes de que te causen daños graves, busca ayuda. Un terapeuta podrá ayudarte a deshacerte de ellos.

Reflexiones finales

Un enfoque lógico puede ayudar a algunos a enfrentarse a sus pensamientos no deseados. Hazte preguntas como "¿Son importantes estos pensamientos?" o "¿Están relacionados con mis objetivos?" o "¿Afectarán a mi vida?" Si las respuestas a estas preguntas son negativas, será más fácil convencer a tu mente de que los pensamientos son innecesarios y una pérdida de tiempo.

Encontrar los desencadenantes de los pensamientos negativos y eliminarlos o sustituirlos puede ser útil. Cuanto antes se dé cuenta de que sus pensamientos pueden controlarse, mejor. Al fin y al cabo, debe saber que no puede controlar las situaciones ni a las personas.

Lecturas recomendadas: